viernes, 23 de julio de 2010

Todos de vuelta y bromeando


Esta noche Jordi se ha ganado un merecido descanso. Miguel comenta la jornada.

Han vuelto pios y fuegos. Esta madrugada, a eso de las 6, los monitores les han levantado la comida y les han dejado tan sólo con el agua y unas pistas para encontrar la manduca birlada.
La necesidad ha hecho efecto y tras pasárselo muy bien, han encontrado el tema y el camino de vuelta al campamento. Por la tarde han llegado, se han bañado y han descansado.

Los (todos? no creo!) Guías no han perdido el tiempo, y han encontrado en los pios y fuegos el objetivo perfecto para sus bromas: mientras se duchaban estos, aquellos jugaban con las llaves de paso generales del agua caliente y fría. El desconcierto de los pioneros era por lo visto importante y han tenido que confesar los Guías para que entendieran los sucesos paranormales de las duchas.
Los Alitas han dormido bien en sus tipias. Algo han debido aprender de las estrellas. Usando planetarios (esos cartones giratorios que permiten alinear la fecha para poner el firmamento en posición correcta) los monitores les han ayudado a encontrar las constelaciones más básicas. Seguro que ya saben encontrar y orientarse por la Osa Mayor y la Estrella Polar. Además resulta que el cielo está perfectamente despejado, dice Miguel, y aunque la luna está bastante rellenita, las estrellas se deben localizar fácil.

Respecto a los Guias, algun@s han terminado hoy con la colada (increible, no?). Han tenido juegos varios, y luego se han tirado a la piscina.

Cuando se habla de piscina, conviene recordar que hay dos: la construida en el camping - que es grande y de agua con temperatura agradable - y la natural del rio embalsado. Se suelen repartir, aunque la que más les gusta es la del río; es más entretenida. Las piscinas naturales son frecuentes en los pueblos de esa zona de la Sierra de Gata, y eso parece que es algo que les está encantando.

Esta noche, tras la cena toca velada de todo el grupo. Van a jugar de nuevo al Hombre de Rojo. Hogar, dulce hogar.

Parte del día: todos buenos (casi, salvo ese alita que ha tenido que visitar al médico y de lo que ya saben sus padres, ahh, y el otro al que pico el megamosquito ya está como una rosa). La comida, aunque no alcanza la admiración de la del campamento del año pasado, está bien y la están 'procesando' correctamente.

Nada más por hoy. Mañana Jordi volverá a las andadas blogueras. Felices sueños.

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